La mañana del día de hoy me recibió con una gran conmoción. La voz del joven comentarista Fernando Jesús Torres anunciaba que desde la pérdida del gran Eddie Guerrero, la lucha libre no presenciaba una pérdida semejante. De inmediato me quedé paralizado. ¿Qué cosa podría equipararse a semejante pérdida? La respuesta no fue nada agradable y me dejó helado: el estupendo wrestler-luchador Chris Benoit había sido encontrado muerto hacía unas horas. Tuve que subir el volumen de la radio en un vano intento de aclarar mi supuesta confusión. ¿Chris Benoit? ¿Mi admirado Benoit? ¿El Wolverine Canadiense? ¿El otrora Pegassus Kid que luchó en México contra los Villanos? ¿La superestrella de la WWE, con quién tantas veces ví a mis otros ídolos latinos como el propio Eddie o Rey Mysterio? No podía ser. Por más que subía el volumen, una mayor incredulidad se apoderaba de mí. Pero conforme abundaban en los detalles y se vertía la información, me iba quedando claro que sí se trataba de él. Como en un estado de shock comencé a darme cuenta de la realidad y a enterarme de la magnitud de la tragedia, pues no sólo él había perdido la vida: también su esposa y su pequeño hijo. Una tragedia de tal magnitud resulta sin precedentes en el deporte-espectáculo mundial. Los detalles para mí no tienen ya importancia ¿Porqué? Porque prefiero recordar el gladiador, al deportista exitoso, al ser humano de gran calidad que confortaba a Mysterio tras la pérdida de su gran amigo Eddie. Prefiero recordar al gran Pegassus Kid, quien luchó aquí en México a principìos de los noventa. Prefiero recordar al Wild Pegassus que ganó el Best of the Super Juniors en Japón. Prefiero recordar al superestrella de la ECW con su gran rivalidad contra Sabú. Prefiero recordarlo contra Kurt Angle en la lucha más técnica en la historia de las Wrestlemanias. Prefiero recordarlo como el único luchador que ha retenido el campeonato mundial de peso pesado en una lucha de Iron Man. Prefiero recordarlo como cinco veces campeón de los Estados Unidos. Prefiero recordarlo como uno de los dos únicos luchadores en la historia que ha ganado un Royal Rumble siendo el primero en salir al combate. Prefiero recordarlo como el primero en haber ganado por rendición a su rival en un evento estelar de una Wrestlemania. Prefiero recordarlo rindiendo a sus oponentes con el temible Crippler-Crossface. Prefiero recordarlo terminando sus luchas con el Swandive Headbutt. Prefiero recordar a Chistopher Michael Benoit sonriendo con su cinturón al hombro. Dencansen en Paz, Chris, Nancy y Daniel Benoit.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo. No es posible creer que son las misma persona: el Benoit de tantos años y aquél Benoit que acabó con todo lo que tenía.
Siempre admiré a Benoit porque era un luchador sin igual. Su técnica, su silencio en el ring, la imagen de esposo y padre (imagen que él mismo ha destruido súbitamente). Ahora, luego de conocer más detalles de lo que pasó, sigo sin entender cómo aquella persona a quien admiraba tanto ahora inspira repudio en mí. Hago un esfuerzo por separar aquellos dos personajes y sólo recordar a Benoit por lo que hizo en el ring y no por lo que hizo con su familia. No sé si lo logre algún día, ya que para mí la vida es un todo, no es una serie de roles.
OP
Pues sí, es verdad lo que dices, mi estimado OP. En realidad es muy difícil poder separar a ambos Benoits. Pero sí sería mucho mejor preservar sus mejores recuerdos. Por otro lado, yo tampoco puedo creer lo que dicen que pasó. En dado caso, preferiría mil veces aceptar la idea que estaban mencionando, de que su pequeño estaba enfermo y esta situación combinada con el tremendo stress y el posible uso de algunas sustancis como los famosos painkillers, lo llevaron a un estado de locura temporal, que podría haber sido la lamentable causa. O hasta creería en la novelezca versión de que un asesino lo incriminó. En fin, yo entiendo tu punto de vista, lo comparto en gran parte. Tal vez nunca sepamos la verdad, pero con el tiempo espero que podamos recordar a Chris como el gran deportista y hombre que fue.
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